El río Huasco, elemento aglutinador que da vida al valle del mismo nombre, posibilita en su largo recorrido, el establecimiento de diversos tipos de asentamientos, siendo la ciudad chilena de Vallenar el principal punto de convergencia del valle, conformada por varias terrazas a diferentes niveles en torno al río. La forma urbana de la ciudad de Vallenar se desarrolló no considerando al río como espacio partícipe de la dinámica de la ciudad, sumado a una notoria ausencia de áreas verdes y parques, como lugares de esparcimiento de la comunidad. Esto motivó a la municipalidad a generar un proyecto a mediados de la década de los 90.
EL PASEO RIBEREÑO
Su objetivo era conquistar el espacio del río, como parte fundamental de un nuevo desarrollo urbano, cuyo impacto social propiciara el uso de sus márgenes como lugar de encuentro y recreación, corrigiendo la imagen de abandono que pesaba sobre él.
Integrar el río a la ciudad implicaba proporcionar un espacio público para el encuentro y diálogo ciudadano, respetar y hacer respetar el medio ambiente, promocionar actividades culturales, deportivas y recreativas al aire libre y consolidar la zona como área de interés turístico.
Los objetivos específicos que se plantearon los diseñadores de este paseo son los siguientes:
a) Canalizar el río, reforzando sus riberas mediante gaviones de piedra para controlar las crecidas del río.
b) Ordenar la ribera a través de muros construidos con materiales naturales.
c) Aprovechar el agua del mismo río para regar el parque.
d) Dotar sus márgenes de multicanchas deportivas.
e) Habilitar una serie de pozas naturales, creando un balneario natural para los habitantes de la comuna.
Así fue como se generó un espacio multifuncional de más de dos mil metros lineales de áreas verdes con equipamiento deportivo y recreativo, que ofrecen a toda la comunidad la posibilidad de práctica de una amplia gama de actividades lúdicas al aire libre.
Este ambicioso proyecto de transformación contó desde el principio con la participación de la comunidad que se implicó en las consultas sobre los primeros esbozos del plan, concienciándose al mismo tiempo de la importancia del entorno y del respeto al medio ambiente. Con la materialización progresiva de las obras, la misma ciudadanía acabó planteando sus inquietudes y necesidades directamente a la propia Municipalidad.
El río Huasco, recuperada su potencialidad como eje vertebrador de un ecosistema propio e integrado en la vida urbana para el bienestar de la ciudadanía, es hoy el espacio público estructurante de la ciudad de Vallenar.
Carta de Ciudades Educadoras: Undécimo principio
La ciudad deberá garantizar la calidad de vida de todos sus habitantes. Ello supone el equilibrio con el entorno natural, el derecho a un medio ambiente saludable, además del derecho a la vivienda, al trabajo, al esparcimiento y al transporte público, entre otros. A su vez, promoverá activamente la educación para la salud y la participación de todos sus habitantes en buenas prácticas de desarrollo sostenible.