Transformando nuestra ciudad hemos ido poco a poco transformando nuestra vida. Hoy estamos reconciliados con un medio urbano que nos pertenece como ciudadanos, como personas que hemos querido vivir sin humos ni ruidos, que hemos conquistado un paisaje distinto, seguro, agradecido al medio ambiente y a la memoria histórica. Gracias a transformar el entorno urbano hemos conquistado un marco sólido para una ciudad que nos acompaña en la creatividad, el conocimiento, la participación y las múltiples expresiones que configuran la cultura.
Somos una ciudad educadora porque las personas se miran entre si, construyen y sueñan juntas, se activan y se comunican constantemente, comparten penas y alegrías, festejan triunfos y persiguen objetivos, debaten y consiguen metas ambiciosas. La ciudad, ese viaje en el tiempo, debe ser el escenario para una vida en positivo, rica, inclusiva, de todos y para todo el mundo. Estamos orgullosas de lo que nos aporta y repetimos optimistas su lema histórico: Pontevedra é boa vila; dá de beber a quen pasa, una enorme y acogedora declaración de generosidad.