Han transcurrido ya 20 años desde que la ciudad de Rosario ingresa en la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras y adopta los Principios de la Carta. Han sido años de trabajo fecundo en los cuales para nuestro gobierno pensar, construir, habitar y vivir la ciudad implican la constante formación ciudadana en valores, conductas, hábitos y comportamientos que tengan como finalidad la convivencia pacífica en un ambiente sustentable a partir de prácticas democráticas y participativas.
Sabemos que toda ciudad es fuente de educación y educa a través de sus instituciones educativas tradicionales, de sus propuestas culturales, pero también a tejido productivo, de sus empresas y de otras organizaciones y recursos. La ciudad de Rosario ha adquirido y ejerce el compromiso de fomentar políticas de participación, convivencia, salud, sostenibilidad, etc. Políticas que, poco a poco, van transformando la ciudad en un lugar mejor, más democrático, inclusivo y solidario para sus habitantes.
En este sentido, instaurar el 30 de noviembre como Día Internacional de la Ciudad Educadora, es una oportunidad para resaltar que las políticas públicas pedagógicas son esenciales para que las acciones de gestión reflejen el debate y la participación ciudadana sean apropiadas e internalizadas por la ciudadanía en general.
Asumimos que es la ciudad la que favorece la formación y el aprendizaje constante, más allá de las desigualdades y dificultades que se presentan y de las expresiones diversas, y la que brinda el espacio para generar las transformaciones necesarias para que prevalezcan otros valores y un mayor respeto hacia las personas y el entorno.
Que esta celebración se realice en 480 ciudades de 35 países de 5 continentes, en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, pone de manifiesto el rol protagónico que han asumido los gobiernos locales en la toma de decisiones en el escenario internacional. Esto lo podemos evidenciar en el Objetivo 4 –que valora la necesidad de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y para todos- y el Objetivo 11 –que remarca el rol que cumplen hoy las ciudades al sostener que es necesario lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilentes y sostenible-, mediante los cuales podemos afirmar que ciudad y educación se funden en un concepto único en pos de la construcción de la ciudadanía, el desarrollo sostenible y el crecimiento individual y colectivo.
El escenario mundial actual presenta grandes oportunidades para que los gobiernos locales podamos influir en la toma de decisiones y resoluciones presentes y futuras. Y es aquí donde revalorizar la importancia de la educación como medio para construir ciudadanía, como un proceso de crecimiento personal y colectivo.
Nuestro gobierno local refuerza su compromiso y responsabilidad para seguir construyendo, habitando y conviviendo una ciudad educadora, apropiarse de las necesidades y demandas de sus habitantes, a través del dialogo intergeneracional y multicultural, ponderado las capacidades y valores propios, generando acciones de participación inclusiva y democrática.
Rosario, adhiere a este 30 de noviembre, y renueva su compromiso de replicar en otras ciudades la importancia del rol educador de los gobiernos locales.