Todas ellas subrayaron la importancia de las acciones educativas y preventivas a la hora de formar una ciudadanía responsable. Asimismo subrayaron su preocupación por los efectos psicológicos colaterales de la crisis y por la recuperación económica. En este sentido, destacaron la importancia de fortalecer el comercio e industria local como parte de la solución.

Mariví Moteserín, Alcaldesa de Avilés, afirmó que crisis era una oportunidad para acelerar cambios que estaban latentes y que tanto la administración local como la sociedad debían acometer. Asimismo compartió con sus compañeras de panel, las 50 medidas que el gobierno municipal propone aprobar para reactivar la economía local.

Stela Maris Clérici, Intendenta de Cañada de Gómez, comentó que en este contexto de pandemia, la experiencia del municipio en cogestión, ha resultado de gran ayuda, para la puesta en marcha de soluciones. En Cañada, el destino del 20% de los fondos municipales se decide mediante una gestión participada. Destacó la firma de protocolos, el apoyo a los comercios, las sinergias con el tejido productivo y las respuestas por parte del voluntariado, como fruto de esta transversalidad. El municipio ha estado vigilante durante la pandemia del violentómetro familiar para no bajar la guardia y velar por las víctimas de violencia doméstica.

Karla Alejandrina Lanuza, Presidenta Municipal de Salvatierra, explicó que al ser su ciudad una ciudad turística, el COVID-19 había tenido una repercusión importante, en la economía local. Del mismo modo, los festivales y otras actividades culturales que caracterizan al municipio se habían visto afectadas. El municipio ha invertido grandes esfuerzos en campañas de sensibilización y tutoriales de cuidados para la salud (+de 60 recursos impresos y multimedia) dado que el prolongamiento de la situación y las recomendaciones de hacer uso de la mascarilla o cubre bocas y las medidas de distanciamiento interpersonal habían encontrado muchas resistencias.

Laura Esther Beristain, Presidenta Municipal de Playa del Carmen, comentó que el carácter eminentemente turístico del municipio hizo que la pandemia hiciera tambalear a la ciudad.  La ciudad, pasó de tener una de las tasas de paro más bajas del país (2,4%) a la pérdida de más de 70.000 puestos de trabajo, como resultado del cierre de los hoteles. Ello exigió la puesta en marcha de soluciones urgentes, tanto en lo relativo a cubrir las necesidades básicas de la población como a colaborar a que numerosas familias pudieran regresar a otros estados con sus familias. La creación de un grupo de trabajo interdisciplinar y el redireccionamiento de recursos de ámbitos como la cultura hacia los servicios sanitarios contribuyó a paliar la situación y a evitar el colapso. Actualmente se han recuperado 50.000 puestos de trabajo pero la situación no está superada. El municipio ha elaborado protocolos de remendaciones y dedica grandes esfuerzos a educar y a exhortar a la ciudadanía a cuidarse, pero un 20-30 %  de la población se niega a disciplinarse.

El diálogo estuvo moderado por la Sra. Laura Villanueva, miembro del equipo de la Secretaria de León Guanajuato, ciudad coordinadora de la Red Mexicana de Ciudades Educadoras.