Nuestro municipio de San Bartolomé de Tirajana, a través de su Ayuntamiento como Gobierno local, se esfuerza para proporcionar el acceso de sus habitantes a un ámbito cultural global; el diseño de políticas transversales en parcelas tan significativas como el medio ambiente, los deportes, el urbanismo o la cultura son focos de opciones hacia un mundo con actitudes cívicas capaces de hacer posible una convivencia en paz, con respeto a los valores y las personas.
El 30 de noviembre, cuando conmemoramos el Día Internacional de la Ciudad Educadora supone asumir un innegable desafío para las ciudades modernas. San Bartolomé de Tirajana, como municipio de vanguardia, no podía estar ajeno a este marco que se abre en torno a la creación de entornos sociales que tienen entre sus objetivos fomentar y proteger los valores dirigidos a una educación de calidad, capaces de construir una sociedad civil más preparada. La educación ciudadana, el fomento de una democracia participativa, no excluyente hacia nada ni nadie, es una de las apuestas de este municipio, que además está inmerso en una multiculturalidad exenta de conflictos.
En San Bartolomé de Tirajana, y de forma más condensada en Maspalomas Costa Canaria, hay un factor multirracial patente, con una enriquecedora multiculturalidad, y es esta coexistencia la que pone de manifiesto un comportamiento cívico que día a día hace una ciudad más habitable. Nuestro compromiso como gobernantes va acompañado de un propósito de fomento del desarrollo de las personas, en los ámbitos personal y colectivo. Una sociedad sin formación y sin educación se aleja de los estándares que día a día exigen los propios mecanismos de inserción global. Va más allá de eso. No sólo es un asunto de enseñanzas, ni de las materias que se imparten a través de los ciclos reglados de los centros educativos. Es el trampolín a otras dimensiones formativas y otras perspectivas en la concepción de las personas y su interrelación social.
Como municipio miembro de la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras, tenemos que ser capaces de construir espacios y ambientes de convivencia para conseguir un mundo mejor, donde predominen las condiciones respetuosas que mejoren la convivencia. Por eso, hoy, desde aquí y con este manifiesto, expresamos en alta voz que San Bartolomé de Tirajana reitera su apuesta por constituir una Ciudad Educadora. Y, en ese empeño, seguimos trabajando.